El diseño según el plan de estudios de la Bauhaus, se basa en el manejo de los materiales, todos estos materiales provienen de la naturaleza. Entonces se podría decir que la naturaleza es diseño. Tomando como referencia las anteriores premisas, si la naturaleza es diseño, quiere decir que todo es diseño; esto nos conlleva a plantearnos la siguiente cuestión: Si todo es diseño, ¿Qué valor tiene la profesión del diseñador? ¿A caso el diseñador no tendría que existir?, Si existe el diseñador ¿Tiene sentido que exista?
El diseñador existe por algo, si bien el diseño se encuentra en la naturaleza, esto no quiere decir que todo esté hecho y por ende diseñado. En algunos casos como en animales, el diseño está presente en sus pieles, colores, plumajes, formas, etc. estos diseños como todo buen diseño, cumplen alguna función específica, ya sea para el cortejo, defensa o para mostrar superioridad ante otros animales; todos son producto de miles de años de evolución. Sin embargo existe otro tipo de diseño el cual no existe si no se realiza, digamos que es un diamante en bruto que se tiene que pulir, para que se genere un producto de diseño, por ejemplo tal es el caso de materiales como la madera, la madera proviene de un árbol, esa madera será manipulada hasta convertirse en algún producto que previamente se diseñó. También el diseño surge a través de la inspiración al observar a la naturaleza, el diseño está ahí, sólo falta que sea transformado en un producto de diseño.
Pero al decir esto, nos genera otra cuestión: ¿Todo aquel que manipule materiales o se inspire en la naturaleza, es diseñador?, si es así, ¿De qué sirve la profesión del diseñador?. Tanto el diferenciar al Arte del Diseño y cómo valorar la profesión del Diseño, son cuestiones de lo más complejas y discutidas. En mi punto de vista, no cualquiera puede ser diseñador, ya que el diseño no sólo es manipular elementos o inspiración, para diseñar se necesitan conocimientos, actitudes, métodos, procesos, teorías, etc. que den sustento a lo que se está diseñando, hay que saber para qué, para quién, porqué, cómo, estas preguntas se responden con esos elementos. El diseño es un proceso, un proceso que da como resultado la conceptualización; si bien la naturaleza es diseño, la naturaleza no es un proceso, por eso no todo puede ser diseño y no todo proceso es diseño; por estas razones existe el diseño, los procesos que se llevan a cabo para la creación de un diseño son más complejos que otros, son específicos y multidisciplinarios, eso sin contar que todos los procesos deben dar un resultado funcional y estético. La labor del diseñador tiene valor propio.
El ser diseñador implica ser observador de la naturaleza, en ocasiones inspirarse de ella, trabajar con elementos de ella, en fin, la naturaleza nos aporta elementos con los cuales podemos trabajar para producir diseño, sólo es cuestión de que nosotros nos especialicemos en diseño para poder tomar lo mejor de la naturaleza y transformarla en buen diseño.
Pero al decir esto, nos genera otra cuestión: ¿Todo aquel que manipule materiales o se inspire en la naturaleza, es diseñador?, si es así, ¿De qué sirve la profesión del diseñador?. Tanto el diferenciar al Arte del Diseño y cómo valorar la profesión del Diseño, son cuestiones de lo más complejas y discutidas. En mi punto de vista, no cualquiera puede ser diseñador, ya que el diseño no sólo es manipular elementos o inspiración, para diseñar se necesitan conocimientos, actitudes, métodos, procesos, teorías, etc. que den sustento a lo que se está diseñando, hay que saber para qué, para quién, porqué, cómo, estas preguntas se responden con esos elementos. El diseño es un proceso, un proceso que da como resultado la conceptualización; si bien la naturaleza es diseño, la naturaleza no es un proceso, por eso no todo puede ser diseño y no todo proceso es diseño; por estas razones existe el diseño, los procesos que se llevan a cabo para la creación de un diseño son más complejos que otros, son específicos y multidisciplinarios, eso sin contar que todos los procesos deben dar un resultado funcional y estético. La labor del diseñador tiene valor propio.
El ser diseñador implica ser observador de la naturaleza, en ocasiones inspirarse de ella, trabajar con elementos de ella, en fin, la naturaleza nos aporta elementos con los cuales podemos trabajar para producir diseño, sólo es cuestión de que nosotros nos especialicemos en diseño para poder tomar lo mejor de la naturaleza y transformarla en buen diseño.
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